domingo, 14 de julio de 2019

La División del Karma

La lágrima indecisa no sabía donde caer. Creía que la gravedad la llevaba por el rumbo que debía. Solo un segundo antes del impacto se dio cuenta que la decisión era de ella. Derramarse sobre el asfalto era inevitable, pero podía al menos decidir si quería hacerlo en la acera o cruzando la calle. Desde aquí el cemento no se ve tan duro. ¿Aguantará?